"Toda la noche amotina las olas el viento en cólera y los pinos chorrean húmeda luz de luna."
Matsuo Basho
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A las dos y ocho minutos, la noche aplaca,enmudece,
la noche se bebe las ideas.
Lo envuelve bien el celofán y
los silencios,
hacen mover violentamente en tu cabeza
palomas negras
posan allí dónde empieza,
esto y aquí y ahora...
Para después difuminar latidos
de un corazón de “alpaca”,
qué late
Algo tendremos que hacer para iluminar...
pensar, ya te decía,
pensar en el techo de la habitación
este receptáculo de maderas desconchadas,colillas
y “cds “ …

las horas los
mi
nu
tos:

12”
23”
59”
casi pasan desapercibidas de un despertador
lleno de polvo.

Me atraganto con los tañidos de la iglesia.
Por qué marcan cómo un diapasón, cómo la
noche se escurre,
Mas pastillas de colorines.
Esta, la azul,
para dormir, olvidar,
qué esta noche se ha olvidado
hacerme dormir...

Hay que dejar constancia de este malestar.

De las decenas de hormigas,

qué me comen por dentro. ..

el cielo azul parece de mentira,

este Sol broncea, demasiado la piel blanca.

Hoy manda el silencio,

el atontamiento, la levedad de los minutos

y la segundera, devoran mis días.

No tengo apetito de nada en concreto,

pero estaría bebiendo agua todo el día,

para aliviar la sequedad que me va consumiendo,

y me tizna de cieno,

el cuerpo entero.

No hay sonidos.

No música.

Mi estado embelesado,

ni come de este mundo,

ni contempla, en realidad, nada...

cómo definir este estado?

Pues eso, lo que pasa por delante de tus ojos,

y tú, cómo si nada...

Sol de mercurio

Alimentan, estos días descalzados de finales de marzo, de origen incierto,

un casi colapso total de la mente.

Busco y busco en los bolsillos,siempre un cigarro,qué me apacigüe.

Yo y mi música, mis libros, raramente me encuentro bien,

sino es encerrado en casa, mirando por la ventana de mi habitación.

El vacío, cómo todo pesa. No se en qué unidad, pero pesa

pesa,

esta intoxicación de psico fármacos, que no llevan a ninguna parte.

Una llamada tuya me alegra el día, pero es tan efímera

qué vuelvo rápidamente a una vorágine violenta.

Pero no me dejo atravesar con un puñal,

por nada del mundo

no me dejo arrastrar del todo,

y en lo más nimio, encuentro algo

al cuál agarrarme...

Siempre escuchando en el cuarto “Otis Redding”

¡-me enamora este hombre!

tenías razón, la música redime.

Ver venir la ola que te arrastra abajo, abajo...

cuando estés ahogándote,

coger oxígeno para salir a la superficie,

respirar,

Tengo más vidas que un gato,

y me muestro insistente e

en reír y sonreír...

sí soy un pesado y no he fumado,

es mi jeto,

así de simple...

perdóname,

si lo que quieres es hundirme,

me dotas de alas

tu ausencia

tu mirada que mira a otro lado...

me reconforta por saber,

qué vale y lo que no...

mañana, una hora más de luz,

una jornada más llena de primavera,

de loca,

y desbocada,primavera....

Tejer una ruta

urdir, un camino posible...

qué yo pueda seguir,

abandonar esta ciudad de ruinas y de sombra

me quema

en el gaznate

este alcohol de alta graduación....

necesario para olvidar una vida,

que se rebobina llorando,

rasgando mis pupilas ...

y crispando el cielo de sangre,

sembrándolo de disconformidad.

Andar con el semblante errante,

temblando las manos,

por esta ciudad que escupe,

insulta, y te separa de la real vida.

Mi Barcelona, mi prostituta de lujo...

mi Barcelona deforme,

quédate una noche más

y deshazte cuando yo,

aún esté dormido.