martes, 7 de febrero de 2012

Delira mi cabeza, laminadas,
en lonchas finitas
finitas...

Aguanto el porte,
soy un perchero sobrecargado de ropas

Ando por la calle callando los latidos de la esquizofrenia,
una moneda de plata se vislumbra en el cielo,
brillante,
y yo sonrío.

No me roces,
que el hambre,
los días de calendario
y demasiadas noches dormidas
en porciones,
aniquilan eso tan hipócrita, tan abstracto, tan raro,
qué es la bondad.


qué gran descubrimento : ---Vetusta Morla---


Un día en el mundo (2008)

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El corría, nunca le enseñaron a andar,
se fue tras luces pálidas.
Ella huía de espejismos y horas de más.
Aeropuertos. Unos vienen, otros se van,
igual que Alicia sin ciudad.

El valor para marcharse,
el miedo a llegar.

Llueve en el canal, la corriente enseña
el camino hacia el mar.
Todos duermen ya.

Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.

Un instante mientras los turistas se van.
Un tren de madrugada
consiguió trazar
la frontera entre siempre o jamás.

Llueve en el canal, la corriente enseña
el camino hacia el mar.
Todos duermen ya.

Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.

Ella duerme tras el vendaval.
No se quitó la ropa.
Sueña con despertar
en otro tiempo y en otra ciudad.

Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.